1. |
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Carretas cañeras cruzan la laguna,
el grillo a la luna le da su cantar,
y en los valles retumba mi caja:
canta con la zafra todo Tucumán.
La noche en sus ojos, la miel en su boca,
yo traigo la copla del cañaveral;
de la luna que alumbra en Simoca
cuando se le antoja de noche alumbrar.
Yo le hablo a mi rancho, a los cañaverales,
ojalita que ella pudiera escuchar.
Cuando salga la luna en Simoca,
con poquita cosa se han de conformar.
Se van las carretas subiendo el camino
pensando en el ruido de su traquetear;
como el grillo alunao en Simoca
yo canto mi copla del cañaveral.
Amores de zamba cosecha la zafra,
la niña se alhaja para enamorar,
que tan sólo un decir se me antoja:
después de su boca nadita querrá.
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2. |
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Camino del “cerro macho” me encontré esta chacarera
el sol le ”caiba” de a pique sobre su lomo de piedra.
La senda del Uritorco no es blanda tampoco es dura
pisando los macachines me truje´en ancas la luna.
Aquí la dejo paisano guárdela pa´cuando muera
y sáquela por las noches a ver su patio de tierra.
Amigo “Pichón” su rancho tiene algo de Salamanca
tal vez por eso en su patio Zupay con el cura baila.
Tengo un marchador peruano recuerdo del Toto Arnedo
que hace alas del guardamonte porque no pisa ni el suelo.
Parezco duro por fuera por dentro tal vez no es tanto
Yo junto de cada piedra coplitas para mi canto.
Plantita de “muña-muña” buenita pa' los amores
vení chinita a mi lado contame de tus dolores.
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3. |
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Yo t'hei dicho nos casimos,
vos diciendo que tal vez
sería bueno que probimos
p'a ver eso qué tal es.
Te propongo sirviñaco,
si tus tatas dan lugar
p'a l'alzada del tabaco
vámonos a trabajar.
T'hei comprado ollita nueva,
en la feria 'e Sumalao,
es cuestión de hacer la prueba
de vivirnos amañaos.
Y si Dios nos da un changuito
a mí no me ha de faltar
voluntad pa andar juntitos
ni valor p'a trabajar.
Y si tus tatas se enteran,
ya tendrán consolación,
que todas las cosas tienen
con el tiempo la ocasión.
Te propongo como seña
pa' saber si me querís
cuando vas a juntar leña
sílbame como perdiz.
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4. |
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Noventa buques mercantes,
veinte de guerra,
vienen pechando arriba
las aguas nuestras.
Veinte de guerra vienen
con sus banderas.
¡La pucha con los ingleses,
quién los pudiera!
¡Qué los tiró a los gringos uni' gran siete,
navegar tantos mares, venirse al cuete,
qué digo venirse al cuete!
A ver che Pascual Echagüe,
gobernadores.
Que no pasen los franceses
Paraná al norte.
Angosturas del Quebracho,
de aquí no pasan.
Pascual Echagüe los mide,
Mansilla los mata
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5. |
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Cuando una es de tierra adentro
también es de cielo afuera.
Si viene pa' Buenos Aires
un calabozo la espera
y pregunta dónde está
el cielo de la ciudá'.
Señora dueña de casa
perdone el atrevimiento:
al pájaro en jaula de oro
le madura el sentimiento
de ponerse a curiosear
la tierra y también el mar.
Sé que ustedes pensarán
qué pretenciosa es la Juana,
cuando tiene techo y pan
también quiere la ventana.
Soy como soy
miro un poquito y después me voy.
Yo vivo en un cuadradito
de oscuridad recortada,
con un corazón de vidrio
por donde no se ve nada.
Présteme el televisor
que se ve más y mejor.
Por esa ventana ajena
es propio lo que una mira.
Está abierto al mundo entero
aunque sea de mentira,
y mi único balcón
es ver la televisión.
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6. |
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Milonga de pelo largo de ojos oscuros
como la noche, como la noche
historia de penas grandes de gente joven
de penas viejas de veinte años
Consuelo de los que viven siempre arrastrados
por la rutina, que cosa seria
recuerdos de los que huyen de nuestra tierra
de la violencia, de la miseria
Te ofrezco mis margaritas que están vacías
que están marchitas
que ya están secas
Te doy todas las renuncias de cosas simples
que llevo hechas
Milonga mi compañera que me comprende
que me protege que me abriga
frazada del pobre hombre que siente frío
y no se queja ya no se queja..
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7. |
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Por la blanda arena que lame el mar
su pequeña huella no vuelve más
un sendero solo de pena y silencio llegó
hasta el agua profunda un sendero solo
de penas mudas llegó hasta la espuma.
Sabe Dios qué angustia te acompañó
qué dolores viejos calló tu voz
para recostarte arrullada en el canto
de las caracolas marinas la canción que canta
en el fondo oscuro del mar la caracola.
.
Te vas Alfonsina con tu soledad
¿qué poemas nuevos fuíste a buscar?
una voz antigüa de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando
y te vas hacia allá como en sueños dormida,
Alfonsina vestida de mar.
Cinco sirenitas te llevarán
por caminos de algas y de coral
y fosforescentes caballos marinos harán
una ronda a tu lado y los habitantes
del agua van a jugar pronto a tu lado.
Bájame la lámpara un poco más
déjame que duerma nodriza, en paz
y si llama él no le digas nunca que estoy
di que me he ido.
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8. |
JUJEÑITA (Luis Caro)
04:06
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Jujeñita breve de mi amor,
envuelta en estrellas ceñida tu voz,
te mando unas líneas y se hacen canción.
Jujeñita breve de mi amor,
en la pachamama yo te vi reinar,
llena de florcitas los labios con sal.
Jujeñita breve de mi amor.
No te vayas a Maimará
por el Huasamayo no te vo' a encontrar.
Espérame en el Pucará
el jueves de compadre voy a regresar.
Jujeñita breve de mi amor,
tilcareña linda brindo por vos,
y me caigo al suelo de tanto brindar.
Jujeñita breve de mi amor,
ahicito nomás estoy llegando,
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9. |
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Andaré, andaré pero allá volveré.
Cuando era chango soñaba con andar, andar, andando
hoy que soy hombre comprendo que es mejor estarse estando.
Tiene el pago una trampita que no acabo de entender,
cuando siento chacareras ya estoy queriendo volver.
Vuelvo al pago en cada acorde de mi guitarra nochera,
vuelvo al pago en cada verso de mi musa vidalera.
Ese ojito de agua siempre está brotando,
así me brotan las coplas para cantarle a mi pago.
Escondido el chilicote siempre le da por cantar,
al hombre lejos del pago le sabe dar por llorar.
Pica fuerte el rushpachico si se lo quiere arrancar,
muerde el recuerdo del pago si se lo quiere olvidar.
Se la pasa el tumuñaco volando de flor en flor,
pero en ninguna se asienta será porque así es mejor.
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10. |
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Ya no me acuerdo del olvido ni de la ausencia lastimando,
sólo recuerdo tu silueta, dulce habitante del paisaje.
Resurrección del cielo tuyo entre mis manos y la tarde.
Ya no me acuerdo del olvido, ando de sol con tu milagro.
Desde el amor todo regresa como los pájaros del alba,
resurrección, digo su nombre y lleno el aire de campanas.
Porque el que nace a la ternura vence a la muerte cotidiana,
abre las puertas de la vida y lleva un niño en la mirada.
Resurrección de la alegría, estoy de fiesta con mi sangre.
Porque el que nace a la ternura vence a la muerte cotidiana,
abre las puertas de la vida y lleva un niño en la mirada..
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11. |
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Flor de los arenales / regada en sangre del bravo Saihueque,
grito que está volviendo / en tu desbocado potro pehuenche.
Del cielo en la onda noche / se oye del viento la serenata,
tupos de luna prende / en la negra simba de mi araucana.
Aguas que van, quieren volver / aguas que van, quieren volver,
río arriba del canto aprendido / Neuquén Quimey, Quimey Neuquén
Sol que se está gastando / en piedras, lajas y turbias corrientes,
besa la sombra india / que vuelve crecida de un sueño verde.
Ya madura el silencio / por el agreste vientre de tus bardas
quiere Rayen dormirse / tiemblan sus entrañas enamoradas.
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12. |
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Si yo le pregunto al mundo,
el mundo me ha de engañar,
cada cual cree que no cambia,
y que cambian los demás.
Y paso las madrugadas,
buscando un rayo de luz,
porque la noche es tan larga
guitarra, dímelo tú.
Se vuelve cruda mentira,
lo que fue tierna verdad,
y hasta la tierra fecunda,
se convierte en arenal.
Los hombres son dioses muertos
de un tiempo ya derrumbao,
ni sus sueños se salvaron,
sólo la sombra ha quedao.
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13. |
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Para el tiempo de cosecha
qué lindo se pone el pago,
hay un brillo de “chapecas”
en los ojos del paisano.
Yendo y viniendo en el carro
de la viña a la bodega,
siempre un racimo de encargo
de la blanca o de la negra.
Póngale por las hileras
sin dejar ningún racimo.
Hay que llenar la bodega
ya se está acabando el vino.
Ya dejó el mozo el canasto
ella deja las tijeras
y ensayan como jugando
una cueca en las hileras.
Y en la noche en cielo abierto
hay mil cantos lugareños
y entre coplas un vinito
que se llama “espulga sueños”.
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14. |
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Va mi zaino en la noche sobre la huella,
chapaleando los charcos pisando estrellas.
Huella, huella, huellita de los paisanos
que van arriando hacienda para otros pagos.
Huella, huella, huellita de los recuerdos
donde los grillos cantan con los cencerros.
Con el lazo del humo de una pitada
voy pialando los sueños de una esperanza.
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15. |
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Vengo del ronco tambor de la luna en la memoria del puro animal.
Soy una astilla de tierra que vuelve hacia su oscura raíz mineral.
Soy el que canta detrás de la copla , el que en la espuma del río ha'i volver
paisaje vivo mi canto es el agua que por la selva sube a florecer.
Yo soy quien pinta las uvas y las vuelve a despintar.
Al palo verde lo seco y al seco lo hago brotar.
Vengo de adentro del hombre dormido bajo la tierra gredosa y carnal.
Rama de sangre, florezco en el vino, y el amor bárbaro del carnaval.
Nombro la tierra que el trópico abraza puente de estrellas cintura de luz.
Al corazón maderero de Salta subo en bagualas por la noche azul.
Yo soy quien pinta las uvas y las vuelve a despintar.
Al palo verde lo seco y al seco lo hago brotar.
Apenitas soy Arjona nombre que no se ha'i perder.
Aunque me tiren al río sobre la espuma ha'i volver
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